La música inspira a cualquiera, genera unos sentimientos tan genuinos que sin duda la hace una de las expresiones más puras del arte.
La comida y la bebida por supuesto que también forman parte del arte, por la intensa pasión que puede generar. Sin embargo, a diferencia de la pintura, la música en pocos casos ha reflejado esa inspiración gastronómica en forma de canción pero si da una excelente ambientación, lo que puede llegar a ser como el maridaje.
El estado de ánimo influye directamente en los procesos digestivos. La música contribuye a determinar nuestras emociones. Así que comer acompañados de música ayuda a mejorar la digestión de los alimentos que tomamos, ayuda a que nos sintamos mejor y hace de la combinación de ambos elementos (comida y música) una fusión perfecta.
Según un estudio de la Universidad de Cornell publicado en la revista Psychological Reports las emociones determinan la calidad y cantidad de la saliva, la formación de ácidos estomacales o la presión sanguínea, contribuyendo, como hemos dicho, a una mejor o peor digestión. Pero no sólo eso, porque al comer de forma relajada se ingiere alrededor de un 18% menos de alimentos y se disfruta mucho más del momento de la comida y de esta misma. Sin embargo, por el contrario, los nervios nos llevan a comer casi una quinta parte más de lo que el organismo necesita y la satisfacción es mucho menor, por lo que contribuirá a aumentar el deseo de comer entre horas, además de perderse la oportunidad de disfrutar sensorialmente de la comida.
Los mejores resultados de este estudio se obtuvieron en aquellos ambientes poco iluminados, pero sobre todo, en los que la comida se acompañaba de música de relajación (y entre los estilos de música que se analizaron destacaba la música tipo Chill Out, Deep House, Soulful House, Instrumental).
Los resultados contradicen la creencia popular de que al encontrarse en un ambiente agradable y relajado se tiende a comer más. Nada más lejos de las conclusiones de este estudio, en las que se afirma que se tiende a comer más lentamente, lo que aumenta así la sensación de saciedad. Además, eliminar los focos de colores o las superficies reflectantes de la mesa del comedor, contribuye a que no se coma en exceso y, al mismo tiempo, se aumenta la satisfacción de nuestros comensales.
La música juega un papel muy importante en la comida, a demás de dar ambientación sonora, se considera que la música también un maridaje muy exquisito en la comida!